23 de abril de 2012

La caída de las cajas y las comisiones bancarias.

 

El otro día me preguntaba un conocido acerca de cuál había sido el motivo real de la desaparición de las cajas de ahorros, ya que se suponía que eran entidades sin ánimo de lucro que destinaban su beneficio a obras sociales y que no cobraban apenas comisiones por mantener cuentas en sus oficinas.

Me insistió varias veces con vehemencia en que seguramente se habían tenido que cerrar por lo de las comisiones, ya que ahora que casi todas son bancos han comenzado a cobrar comisiones más altas que la mayoría de bancos tradicionales (todo esto según él).

Le traté de explicar que las cajas han cerrado porque estaban mal gestionadas, porque estaban en manos de políticos con ansias de grandeza que tomaban una decisión arriesgada tras otra en una desaforada carrera por crecer más que la caja de la provincia o la comunidad de al lado, por tener más oficinas que ella, por entrar en su mercado, etc… Todas estas decisiones llevaban aparejadas inversiones arriesgadas que en caso de que el mercado inmobiliario hubiese seguido creciendo indefinidamente habrían tenido cierta lógica, pero de todos es sabido que las burbujas al final estallan, y la explosión les pilló a casi todas las cajas con su almacén bien lleno de préstamos concedidos bajo esta premisa de crecimiento indefinido.

Lo de las comisiones es algo aparte, no voy a entrar a valorar si se está cobrando más o menos que antes o si un banco es más caro que otro, porque por regla general (y esto es un falso mito) nuestro banco siempre será más caro que el del vecino. Lo único cierto es que un banco es un negocio y, como tal, debe de obtener beneficios. Si estos beneficios no llegan del margen de intermediación (intereses cobrados menos intereses pagados) deberán de subir las comisiones para seguir siendo rentables.

Quien esté descontento con las comisiones que le cobran en su banco debe de tener claro que se las van a seguir cobrando en cualquier entidad financiera, la diferencia es si cobran más o menos.

Se pueden comparar las comisiones pagadas.

Banco de España publica mensualmente un informe en el que detalla las comisiones máximas, mínimas, y medias de todo el mercado  financiero, comparar es tan sencillo como ver cuál es la media del mercado, o la mínima, y cotejarla con la que nos estén cobrando a nosotros.

Con todo, yo entiendo que los servicios bancarios son como cualquier otro producto: a veces somos conscientes de que estamos pagando un poco más y lo aceptamos a cambio de otras cosas. La tarea de un buen comercial de banca es determinar dónde está el umbral de cada uno en este aguante.

16 de abril de 2012

EFPA: La certificación de los profesionales del sector financiero.

 

En prácticamente todas las ocupaciones del amplio espectro laboral español piden una certificación profesional para ejercer el puesto de trabajo de que se trate, de hecho existe el Instituto Nacional de las Cualificaciones, que se encarga de coordinar todo esto.

Pero resulta que no, resulta que hay una profesión en la que el profesional, atendiendo el teléfono o tratando directamente con el cliente, le aconseja dónde debería de invertir su dinero (en algunos casos los ahorros de toda su vida), o le solicita datos  confidenciales sensibles según la LOPD.

Esta persona que atiende a público sin haber recibido formación específica para ello maneja también dinero en efectivo, mucho dinero en efectivo, eso sí, el dinero lo maneja después de un “curso intensivo de manejo de dinero líquido” de al menos una hora de duración, impartido por el empleado de caja de la oficina bancaria de turno (eso en los casos con suerte, que hay muchos becarios que han llegado a la oficina el día siguiente de irse el empleado a reemplazar de vacaciones).

Ya todos sabemos de quien hablo, no pretendo criticar a los empleados de banca, sino a quienes los colocan en su puesto, generalmente sin haber recibido ni una sola hora de formación específica aunque, eso sí, todos son al menos licenciados en económicas o derecho.

¿Cuantos empleados de banca han vendido un fondo de inversión sin saber exactamente lo que es?, ¿o unas participaciones preferentes?, ¿o acciones de su empresa?, ¿o un derivado financiero?, y así podríamos seguir hasta el infinito…

Y todo esto se vendía por un solo motivo: ¿por el bien del cliente, que aunque no sepa qué está comprando no importa porque es por su bien?. NO, Se vendía porque el inmediato superior del empleado (el director) le decía que lo tenía que vender, al director se lo decía a su vez el Director de Zona, a éste se lo decía el Director Territorial, y a éste el Director de Negocio, y a éste seguro que se lo decía otro, y así hasta que al final nadie sabe de dónde viene la decisión, pero viene siempre “de arriba”.

Pero no todo está perdido. Hay una asociación a nivel europeo que se está encargando de dar cualificación profesional en el sector financiero, y cualificación de verdad, con sus difíciles exámenes y todo. Esta asociación es la Efpa, cuyos últimos exámenes de cualificación se celebraron jueves y viernes de la semana pasada.

Quizá, y esto es totalmente hipotético, otro gallo le cantaría a nuestro castigado sector financiero si los “de arriba” hubiesen tenido esta cualificación desde el principio. Uno de los puntos de su temario hace referencia al código ético, que es de obligada suscripción para quien quiera recibir su título de European Financial Adviser, que es como se llama.

Para terminar: música, que es necesaria para vivir. Space Oddity, de David Bowie, dicen (yo no estaba allí) que la BBC la utilizó como sintonía para el programa especial que realizaron con motivo de la llegada del hombre a la Luna.

 

Pido perdón a todos aquellos que han esperado casi un mes para tener una entrada nueva, pero el viernes pasado tuve un examen importante.